La reducción de mamas tiene muchos beneficios, y generalmente tendemos a pensar en ellos como físicos y psicológicos.
En términos físicos, el beneficio más obvio es la reducción del tamaño del pecho. Generalmente tendemos a ponernos de acuerdo con el cliente antes de someternos a la cirugía en cuanto al tamaño que le gustaría tener después de la intervención.
En términos de beneficio psicológico, a menudo se elimina el estigma social, y las personas se sienten mucho más cómodas cuando tienden a relacionarse socialmente.
La intervención se realiza con anestesia general. Dura entre dos horas y media y tres horas, y la mayoría de los pacientes suelen irse a casa el mismo día.
Hay muy pocas cosas que no se deben hacer después de esta intervención. Los médicos recomiendan no levantar objetos pesados ni hacer ejercicio durante las dos semanas siguientes a la intervención. A la mayoría de los pacientes les preocupan los fuertes dolores tras la intervención. En realidad, la intervención se tolera muy bien.
En cuanto a lo que hay que hacer, por lo general solemos aconsejar a las clientas que tomen algún analgésico relativamente suave inmediatamente después de la intervención y que lleven un sujetador deportivo durante las seis semanas siguientes.
En el extremo más sencillo, la operación puede consistir en una liposucción. Tendemos a utilizarla en mujeres que no necesitan cambiar la posición de las mamas y que necesitan pequeñas disminuciones del volumen mamario.
Esta cirugía también es funcional en mujeres con tendencia a formar malas cicatrices. La mayoría de las clientas requieren una reducción mamaria formal, que implica una cicatriz en forma de ancla.
La verdadera ventaja de esta técnica es que, además de reducir realmente el tamaño del pecho, también se puede combinar con un lifting. La posición del pezón puede decidirse entre el médico y la clienta.
La mayoría de las operaciones requieren anestesia general, y la mayoría de los clientes se someten a la intervención en el día, por lo que pueden abandonar el hospital el mismo día.
En cuanto a la recuperación de una reducción mamaria, la mayoría de las clientas podrán ducharse al día siguiente de la intervención. Los vendajes se retiran al cabo de dos semanas, momento en el que las heridas están completamente cicatrizadas. Las pacientes deben llevar sujetadores deportivos durante otras cuatro semanas. Una vez transcurrido ese tiempo, se les toman las medidas para un nuevo sujetador.